- Declarado por el mismísimo Pelé como uno de los mejores porteros de todos los tiempos, Jean-Marie Pfaff fue el predecesor de otro genial guardameta como Michel Preud´homme, quien cogería el testigo en la portería de la selección belga.
Con Bélgica llegó a ser subcampeón de la Eurocopa de Italia 80, y también tuvo concurso en la edición de Francia 84. Tampoco estuvo mal el papel desempeñado en el Mundial de México 86, donde los "Diablos Rojos" alcanzaron las semifinales. Anteriormente había jugado en la Copa del Mundo de España 82.
Además de ser un importante jugador para el KS Beveren, Pfaff tuvo unos maravillosos años con el Bayern de Munich, con el que alcanzó diversos títulos, quedándose a las puertas de ganar la Liga de Campeones, en 1987.
Pfaff nació en Lebbeke (Bélgica), el 4 de diciembre de 1953. Ya con dieciséis años, entró a formar parte del Koninklijke Sportkring Beveren, ese club con el que se daría a conocer en sus primeros pasos como profesional.
Para Jean-Marie no habría muchos problemas para dar el salto profesional, pues era un tipo muy atrevido. Su valentía le permitía evitar goles cantados, realizando maniobras imposibles bajo palos, con tremendas estiradas que le hacían parar todo tipo de disparos, tanto por alto como por bajo.
Al que se le acabaría conociendo como "JMP", le llegaría la ocasión de debutar en la liga belga en 1972. Ya a mediados de los setenta, Pfaff figuraba como uno de los mejores arqueros de su país, así que entraría en sus primeras convocatorias internacionales.
Para el Beveren ganaría diversos títulos, siendo el más importante el de la liga, en 1979. También celebraría Copa y Supercopa, completando una excelente trayectoria de diez años en un equipo donde lo fue todo.
Pero en el de Lebbeke ya se habían fijado grandes clubes del mundo, especialmente tras su participación en el Mundial de España 82. Se marcharía de Freethiel con la Bota de Oro belga, 305 partidos a sus espaldas y esa intachable fama de ser uno de los mejores porteros de Europa.
Y para brillar más por Europa, Pfaff se marcharía a Alemania para fichar por el prestigioso Bayern de Munich. Allí se pondría a las órdenes del húngaro Pál Csernai, quien no iba a durar mucho al cargo del equipo bávaro.
Fue Csernai quien le permitiría debutar en la Bundesliga, el 21 de agosto de 1982. El meta belga se enfrentaría a un Werder Bremen como local que solo sería capaz de batirle en una ocasión, pero suficiente como para llevarse el partido (1-0).
Durante tres jornadas consecutivas consiguió mantener su arco a cero, haciendo increíbles paradas para seguir siendo el dueño del marco del Bayern pese a la llegada de un nuevo entrenador. El primer año acabaría sin títulos que festejar, algo que se solucionaría a mediados de los ochenta.
Sería Udo Lattek quien cogería las riendas del equipo para empezar a realizar grandes gestas. Tras hacerse con la DFB-Pokal, el conjunto muniqués ganaría el campeonato liguero de 1985, al que luego seguirían otros dos más de forma consecutiva, así como otro ejemplar copero y una Supercopa DFL.
Pelé confirmó a Jean-Marie Pfaff como uno de los mejores porteros de la historia. |
- A punto estaría de conquistar la Liga de Campeones en 1987, pero el Oporto se impondría en la final de Viena por 2-1. Poco después de aquel varapalo, Pfaff abandonaría el Bayern de Munich, con 156 partidos en la liga alemana.
Aún le quedarían ganas para seguir calzándose los guantes, jugando primero para el Lierse, de donde pasaría a Turquía para representar al Trabzonspor, el último club de su carrera y con el que se retiró a comienzos de los noventa.
Jean-Marie Pfaff empezó a jugar para la selección belga a partir de 1976, para así convertirse en el dueño de la portería de los "Diablos Rojos", con los que compartiría experiencia internacional durante 64 partidos. Pfaff participó en las Eurocopas de 1980 y 1984, además de los Mundiales de 1982 y 1986.