- Recuerdo que en sus años, este jugador movía muchas agendas. Fue uno de los grandes atacantes que salió del fútbol belga, pasando de jugar para el Standard de Lieja a hacerlo en clubes de más renombre como el Schalke 04 o Girondins de Bordeaux.
Fue uno de los grandes miembros de aquella Bélgica de los años noventa, en la que compartió vestuario con otros futbolistas como Enzo Scifo, Philippe Albert, Danny Boffin, Luc Nilis o el cancerbero Michel Preud´homme.
En su trayectoria internacional, disputó la Eurocopa de Bélgica-Holanda 2000 y hasta cuatro ediciones de la Copa del Mundo: Italia 90, USA 94, Francia 98 y Corea-Japón 2002. En su último Mundial hizo tan fantástico papel que consiguió figurar en la nómina de jugadores para el Balón de Oro, el que se llevó el checo Pavel Nedved.
Marc Robert Wilmots nació en Dongelberg (Bélgica), el 22 de febrero de 1969. Actualmente le conoceréis por su faceta de entrenador, aunque algunos le recordamos mejor por su carrera futbolística, la que transcurrió entre 1987 y 2003.
Era sobre todo un jugador de ataque. Wilmots solía jugar casi siempre con el "7" a la espalda, su número favorito con los "Diablos Rojos". Tenía el don de hallar el gol con facilidad, por lo que muchas veces era alineado como delantero. Sin embargo, el "Toro" valía también para jugar en segunda línea.
Así se dio a conocer en los años ochenta con el CS Jodoigne, ese modesto equipo que marcaría sus inicios antes de pasar por el Sint-Truiden, con el que terminaría de prepararse para debutar en la élite del fútbol belga.
A finales de la década ingresaría en el RKV Mechelen, con el que haría 22 goles en la Jupiler League, cifra superada en sus años como miembro del Standard de Lieja, para el que hizo 67 objetivos en 136 partidos.
Ya había asistido a sus primeros torneos internacionales con la selección, había conquistado muchos títulos por Bélgica y contaba con una fama que podíamos observar en cualquier revista de su época. Por ello, Wilmots contaría con muy buenas ofertas para probar suerte en el extranjero a mediados de los noventa.
Tras barajar varias propuestas, el delantero de Dongelberg viajaría a tierras germanas para confirmar su fichaje por el Schalke 04. Allí coincidiría con otros internacionales como Olaf Thon, Jiri Nemec o Jens Lehmann.
Wilmots debutaría en la Bundesliga el 17 de agosto de 1996, partiendo como titular a domicilio en un enfrentamiento ante el Stuttgart. El partido fue nefasto, pues los de Gelsenkirchen sucumbirían por un contundente 4-0.
Pese al aciago debut, Marc no tardaría en ver puerta en la competición alemana, ya que dos jornadas después anotaría frente al St. Pauli, en un duelo muy vistoso que finalizaría con un imprevisible empate a cuatro.
Seguiría demostrando su efectividad de cara al gol, aunque ya ocupando puestos de la línea de medios. En sus primeros años como miembro del Schalke, Wilmots superaría el centenar de partidos en la Bundesliga.
Marc Wilmots realizando un acrobático remate con la selección belga. |
- Su paso por Gelsenkirchen se vería interrumpido por una corta cesión al Girondins de Bordeaux, con el que probó suerte en la liga francesa, en la que dejaría 8 dianas antes de regresar a la disciplina del Schalke 04.
Aguantaría dos temporadas más jugando al fútbol, teniendo ya escasas apariciones en la campaña 2002\03, la que sería la última del jugador, que acto seguido iniciaría una nueva etapa como entrenador.
Fue un importante jugador para la selección de Bélgica, con la que marcó un total de 29 tantos en 70 partidos. Disputó una Eurocopa y cuatro Mundiales de fútbol, dejando su mayor nivel en el de Corea-Japón 2002, en el que Wilmots marcaría nada menos que tres goles.
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