De cerca: Haris Seferovic.

- Uno de los muchos futbolistas de origen balcánico que han defendido los intereses de la selección helvética es Haris Seferovic. Actualmente comparte vestuario con otros hijos de emigrantes de la vieja Yugoslavia como Josip Drmic, Granit Xhaka o Mario Gavranovic.
En el pequeño país transalpino se reúnen ciudadanos de origen croata, serbio, albano, esloveno, macedonio y kosovar. En este caso hablamos de un jugador de sangre bosnia, pues su familia era de la ciudad de Sanski Most.

Es uno de los mejores delanteros suizos del momento, gran goleador y campeón juvenil con Suiza en el Mundial de Nigeria 2009. Con el equipo absoluto ha llegado a intervenir en dos ediciones de la Copa del Mundo, aunque aún queda pendiente su participación en la Eurocopa.

Seferovic, gran goleador suizo.

- A lo largo de su carrera ha sido tentado por grandes clubes, teniendo su paso por ligas tan importantes como la española, la alemana o la italiana. Actualmente pertenece al Benfica portugués, y también ha vestido las camisetas del Eintracht de Frankfurt. Real Sociedad, Lecce y Fiorentina.
Si hablamos de goles, hablamos de Seferovic, un puro nueve que ya en sus inicios dejaba grandes registros anotadores pese a poder ocupar otras posiciones en el campo. Jugador de raza y buen toque, este genio de bota izquierda también puede desempeñarse como extremo zurdo o mediapunta, pero es arriba donde sabe hacer más daño por su oportunismo y gran clase en el remate a puerta.
Sus padres vivían tranquilamente en Bosnia & Herzegovina hasta que la inminente llegada de la guerra en Yugoslavia les obligó a traspasar fronteras. Como muchos otros balcánicos, los padres de Haris encontraron el mejor acomodo en el corazón de Europa, en una Suiza que ha acogido a muchísimos yugoslavos incluso años antes de que estallara la contienda. Allí, en el bello país helvético nacería Seferovic, concretamente en la ciudad de Sursee, el 22 de febrero de 1992. Por su nacionalidad bosnia, también pudo representar a la selección de sus antepasados.

A finales de los noventa iniciaría su carrera en el equipo de su localidad, en el F.C. Sursee. Tras cinco años de formación, Haris se marcharía al Luzern, de donde pasaría al Grasshopper en 2007 para concluir con su etapa formativa.

El 2009 sería un año especial para Seferovic, ya que fue campeón juvenil con la selección suiza y su gran referente en ataque. Además se habría de producir su debut como profesional en la Swiss Super League con el Grasshopper, en un partido frente al Neuchâtel Xamax.
No necesitó demostrar mucho en su país para acabar siendo anhelado por muchos clubes de Europa. Tan solo participaría en tres partidos con los "Saltamontes" para acabar viajando a Italia y así confirmar su fichaje por la Fiorentina en enero de 2010.

Seferovic se estrenaría en una de las mejores ligas del mundo el 22 de mayo de 2011, participando en un empate a domicilio frente al Brescia en el que el joven atacante solamente tendría diez minutos de participación.

No tendría muchas oportunidades con la "Fiore", ya que en sus siguientes años de contrato sería cedido a equipos como el Neuchâtel Xamax, Lecce y Novara. En la campaña 2012\13 contaría con más minutos concedidos por Vicenzo Montella.
Sin embargo nunca pudo demostrar su acierto de cara al gol en la máxima categoría italiana, y la falta de confianza provocó que el talento helvético optara por probar suerte en otra gran competición: la Liga Española.

Aterrizó en España el 11 de julio de 2013 para comprometerse con la Real Sociedad, entonces dirigida por Jagoba Arrasate. Allí tendría que competir por un puesto de atacante con grandes púgiles como Imanol Agirretxe, Carlos Vela y hasta el mismísimo Antoine Griezmann.

Debutó para una Real de Champions el 17 de agosto de 2013, en un partido ante el Getafe en el que el delantero celebró su primer tanto como "txuriurdin". Su estreno fue espectacular, y los donostiarras vencerían por 2-0 en Anoeta.
Haris disputaría bastantes partidos, aunque goles tan solo dejaría cuatro. Marcó en la previa de la Champions League ante el Olympique de Lyon, un segundo gol liguero ante Osasuna y otro en la Copa del Rey contra el Algeciras.

Lo cierto es que no tuvo fácil ganarse la titularidad ante tanta competencia en zona de ataque, así que al concluir su único año de contrato con la Real Sociedad, Seferovic se marcharía a Alemania para recalar en el Eintracht de Frankfurt.

Haris Seferovic lleva 18 goles en sus 64 partidos con la selección helvética.

- Tres temporadas competiría en la Bundesliga, siendo la primera de ellas la mejor al registrar diez tantos. Con 16 goles en 86 apariciones, Seferovic abandonaría territorio germano para irse a Portugal y así firmar por el Benfica. En el conjunto luso es toda una estrella, siendo su gran referente de cara al gol, cartel que también luce en su selección.

En una selección suiza muy balcánica, Haris Seferovic lleva 18 tantos en 64 partidos, figurando como uno de sus grandes elementos de ataque desde que conquistó el Mundial de Nigeria Sub-17 en 2009. Con el equipo absoluto debutó en 2013, justo a tiempo para participar en la Copa del Mundo de Brasil 2014 y posteriormente en la de Rusia 2018. Solo en Brasil pudo dejar su sello goleador en una ocasión.

¿Te acuerdas de Michel Platini?

- Puede que prefiramos más recordarle como un fantástico jugador de fútbol en lugar de por sus labores como presidente de la UEFA, las cuales acabaron ensuciando su imagen ante los medios y todo aquel que ama este deporte.
Sin embargo, nadie puede olvidar que clase de futbolista era Michel François Platini, ganador de la Eurocopa del 84 y propietario de tres Balones de Oro cuando la figura de Diego Armando Maradona pedía paso.

Además de su trayectoria internacional, fue capaz de alzar dos títulos de Liga con la Juventus, ese club al que representó durante un lustro de su carrera tras comenzarla en equipos como el Saint-Étienne y Nancy. Todos rememoramos su figura pese a que ya hace más de treinta años que se retiró. Él daría paso a una brillante generación en su país.

- El tan preciado Balón de Oro aún no cruzaba océanos cuando Platini los coleccionaba por sus actuaciones sobre el verde. Solamente en Europa se repartía el codiciado tesoro que acreditaba al mejor futbolista del mundo, aunque tampoco tenía tanta repercusión como posee a día de hoy.
Michel nació el 21 de junio de 1955 en  Jœuf, Meurthe y Mosela (Francia). Precisamente por allí comienza su rutilante carrera deportiva, desarrollando su etapa juvenil en las filas del modesto AS Jœuf. Se acercaban los años setenta y un muchacho conocido como "Platini" ya hacía los goles a pares, aunque aquella demarcación que le convertiría en un grande sería la de volante ofensivo. En ese puesto lucía toda la clase que le llevó tan lejos, demostrando ser un jugador inteligente, con buena conducción del balón, asistente, imaginativo y con una gran dosis de casta francesa.
A muchos les sorprendía aquel explosivo talento que se dio a conocer por un apellido italiano, y es que su abuelo paterno era un inmigrante italiano de Agrate Conturbia, una localidad cercana al territorio francés. Tras dar los primeros pasos en Jœuf, el joven talento galo se incorporaría a la disciplina del AS Nancy, donde iniciaría su rápido despegue hacia el estrellato.

Ayudó a su primer equipo profesional a alcanzar la máxima competición, de la que a finales de los setenta obtendría el honor copero (1978). Tras siete años mostrando su increíble nivel, el nombre de Paltini ya figuraría en muchas agendas.

Se incorporaría al Saint-Étienne en 1979, donde ya alcanzaría su mejor fama luciendo el cartel internacional con la "Tricolor". Habiendo participado en sus dos primeros Mundiales, demostró que la Ligue 1 le venía pequeña.
No se iría de su país natal sin haber conquistado otros títulos con el Saint-Étienne, con el que celebraría la edición liguera del curso 1980\81. Antes de poner rumbo a Italia, Michel completaría unos números de 58 goles en 104 partidos con la escuadra de Loira.

Llegó a la "Juve" cuando la selección transalpina se había coronado campeona en España 82, Mundial en el que la estrella gala había dejado dos tantos. Todo era ilusión, pero la presión mediática haría que sus inicios en Turín no fueran fáciles.

Platini heredaría el dorsal "10" del gran Liam Brady, un peso más a añadir. Le costaría amoldarse a una nueva competición, pero solo el fútbol que desplegaban sus botas podría acallar los murmuros de la grada.
Buscó una buena sociedad con el polaco Zbigniew Boniek, con el que formaría un ataque de ensueño que daría tardes de gusto y gloria a la "Vecchia Signora". En su primer año con la Juventus levantaría la copa italiana.

Lo mejor estaba por venir. Quien en años posteriores contaría con tres esféricos dorados comenzaría a sumar otros honores, tanto a nivel de clubes como en el capítulo internacional. Con la selección francesa llegaría el triunfo de la Eurocopa de Francia 1984.

También llegarían otros éxitos con el equipo turinés, para el que luciría un par de Scudettos y la Copa de Europa del 85, aquella que se le había resistido un año atrás. A nivel continental presumió también del extinto torneo de la Recopa.
Para el conjunto de Piamonte jugaría cinco temporadas, dejando atrás unos registros de 147 partidos y 68 dianas, amén del prestigio obtenido por sus acciones sobre el campo. El Mundial de México 86 marcaría sus pasos finales como futbolista.

Ganador de tres Balones de Oro, Platini conquistó con su selección la Eurocopa de Francia 84.

- Con la selección francesa rozaría la gloria más importante, esa Copa del Mundo que acabaría en las manos de Maradona. Fue la Alemania Federal la causante de que Francia no alcanzase la final, teniendo que conformarse finalmente con un tercer lugar.

Pero Michel Platini sí pudo presumir del título europeo de Francia 84, así como de haber completado unos números internacionales de 72 apariciones y 41 goles. También había formado parte del equipo olímpico en Montreal 76.
Retirado como futbolista en 1987, Platini iniciaría una breve etapa en los banquillos haciéndose cargo de la selección nacional. Posteriormente inició su largo proyecto como directivo, aunque éste mancharía el nombre de uno de los mejores futbolistas que se hayan visto.