martes, 6 de octubre de 2020

¿Te acuerdas de Franz Beckenbauer?

 

- Franz Anton Beckenbauer, "El Káiser", un creador de otro fútbol, quien inspiró la versatilidad en este bello deporte pasando de jugar como mediocampista a triunfar como zaguero. De hecho, el fue quien inventó la innovadora posición de líbero, y el fue quien una y otra vez honró al fútbol.
Campeón del Mundo, campeón de Europa (de selección y club), campeón de la Bundesliga... campeón de todo. Muchos son los títulos que ha coleccionado esta leyenda balompédica, incluso las dos ediciones del Balón de Oro obtenidas en 1972 y 1976.

Jugó para el Hamburgo y lo hizo para el Bayern de Munich, con el que lo ganó todo. Como los más grandes, acabó su carrera en tierras americanas jugando para el Cosmos de Nueva York, trasladando posteriormente su sabiduría a los banquillos como entrenador. Quien hable de fútbol que hable de Beckenbauer.

- Perteneció a una de las selecciones alemanas más poderosas de todos los tiempos y para ella disputó más de un centenar de partidos. Es un grande entre los grandes, jugadores de otra época como Diego Armando Maradona, Johan Cruyff, Bobby Charlton, Pelé, Michel PlatiniLev Yashin, entre otros. 
En mi opinión, el fútbol de antes era puro romanticismo, y Beckenbauer fue uno de sus grandes galanes. Hablamos de un hombre que supo reinventar la forma de defender en la cancha, capaz de iniciarse como un magnífico centrocampista que aún mejoraría como defensa central. Era el clásico líbero, esa clase de zaguero que ejerce como capitán y al que desde abajo lo maneja todo a su antojo. Daba órdenes y ejecutaba con su propia forma de jugar, siempre ordenado, siempre disciplinado y siempre rozando la perfección. Todo sabedor de fútbol sabe quien es Franz Beckenbauer, así como debe reconocer que como él hubo pocos o ninguno.
Nació en Munich (Alemania) el 11 de septiembre de 1945, en plenas ruinas de la posguerra. Creció en un ambiente familiar sano y de clase obrera, pero su progenitor nunca aprobó ese afán por darles patadas a un balón. Pero lo que hacía Franz  era algo más que dar patadas, era música clásica al más puro estilo de Ludwig van Beethoven. Y así fue como el pequeño "Káiser" fue haciéndose mayor, empezando su sueño en equipos como el SC Munich 06.

Pese a que siempre se había declarado fiel seguidor del Munich 1860, el entonces centrocampista ingresaría en las filas menores del Bayern de Munich allá por 1959, casi entrando en una nueva década en la que cambiaría mucho este deporte.

Sus inicios se vieron manchados por algunos incidentes extradeportivos. Cuando solo tenía dieciocho años se supo que su novia estaba embarazada. Beckenbauer declaró que no se casaría, y la asociación germana decidiría expulsarle de la selección juvenil de Alemania Occidental. Posteriormente sería readmitido.
Acabado su ciclo formativo con las categorías menores del Bayern, llegaría el momento de debutar para el primer equipo. Lo hizo en un partido de ascenso a la Bundesliga ante el St. Pauli, pues el conjunto muniqués se hallaba en la Regionalliga Süd.

Con el equipo en la máxima categoría llegaría su estreno en la élite del fútbol alemán. Sería el 14 de agosto de 1965, y precisamente ante el Munich 1860 que tanto admiraba, el que le amargaría la tarde al vencer en su estadio por 1-0.

Pero tras superar los compases de supervivencia, llegarían los grandes momentos, y éstos se iniciaron con la Recopa del 67. Dos años después llegaría la primera "Ensaladera", la que describe a un equipo como campeón de la Bundesliga, esa que Franz conquistaría tres veces más con el Bayern de Munich.
Y aún más inolvidables serían los títulos internacionales con aquella Alemania Occidental, la Eurocopa de Bélgica 1972 y el Mundial que quedó en casa dos años después. También llegarían las tres Copas de Europa obtenidas con el Bayern.

Fueron demasiadas gestas como para no premiar el esfuerzo de uno de los mejores zagueros reconvertidos que se hayan visto en la historia de este deporte. Por eso, el gran Franz Beckenbauer alzó el Balón de Oro en dos ocasiones (1972 y 1976). 

Beckenbauer ya había hecho de todo con el equipo de su ciudad, y todo crack debe demostrar que puede ser profeta en otros lares. Es por ello que, tras casi veinte años sirviendo a los bávaros, y previo paso por Estados Unidos para defender al Cosmos, el "Káiser" fichó por el Hamburger SV a comienzos de los ochenta.

Con la Alemania Occidental, el "Káiser" ganó una Copa del Mundo y una Eurocopa.

- Conquistaría su última Bundesliga con el conjunto de Hamburgo antes de retornar al Cosmos de Nueva York para finalizar su carrera deportiva en 1983. Franz Beckenbauer ya había dicho todo lo que tenía que decir sobre el verde.

Su carrera internacional consta de 103 partidos en los que marcó 14 tantos. En sus doce años sirviendo a aquella Alemania Occidental, Beckenbauer tendría el honor de disputar dos Copas de Europa y tres Mundiales.
Primero lideró a su selección para adquirir el trofeo europeo de Bélgica 1972, y después alcanzó la gloria de alzar la Copa del Mundo que se celebró en su país en 1974. Como pudo hacer cn Francia Didier Deschamps, Franz ganaría el Mundial como entrenador en 1990 dirigiendo a los Bodo Illgner, Rudi Völler, Jürgen Klinsmann y Lothar Matthäus.

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