- Lateral diestro que me trae recuerdos del Mundial de USA 94, de una selección suiza que no hizo mal papel y fue eliminada por España en los octavos de final. Ohrel fue indiscutible para Roy Hodgson y disputó todos los partidos.
Su carrera transcurre entre Suiza y Francia, salido del Lausanne Sport para disputar sus primeros partidos por la Swiss Superleague. Pasó por el Servette antes de aterrizar en la Ligue-1, donde jugó para equipos como el Rennes y Saint-Étienne. Su carrera terminaría en el Yverdon Sport, en 2003.
Christophe Ohrel nació en Estrasburgo (Francia), el 7 de abril de 1968. Se crió por tierras helvéticas, razón por la que obtuvo el pasaporte suizo para poder representar al equipo nacional. En el Lausanne se formó como futbolista.
Y con el equipo del cantón de Vaud debutaría como profesional a mediados de los ochenta, interviniendo en sus primeros partidos de la primera división suiza, en la que iba a dejar unos registros de 7 goles en 136 partidos.
No es que fuera su misión marcar, aunque a veces fue alineado como interior diestro. Normalmente, Ohrel corría por la derecha, pero como lateral defensor. Lo poco que recuerdo de él era su explosividad por la banda, siendo un futbolista de improvisación que a veces sorprendía con muy buenos pases, cumpliendo en defensa a la perfección.
Ohrel saldría del Lausanne en 1992, cuando ya había debutado como internacional. Fichó por el Servette, que entonces era uno de los equipos más poderosos de la liga suiza. Tras dos temporadas, el joven alero aterrizaría en Francia.
Se uniría al Stade Rennais, que entonces era entrenado por Michel Le Milinaire, quien le hizo debutar en la Ligue-1 el 29 de julio de 1994. Fue en un encuentro a domicilio contra el Saint-Étienne, en el que el Rennes se llevaría un punto tras empatar a uno. Ohrel completaría los noventa minutos.
No le costaría hacerse con la titularidad, rindiendo a muy buen nivel para también dejar sus primeros goles por la competición gala. El primero de ellos se lo haría al Bastia, contra el que se empató a dos en casa.
A medida que se fue dando a conocer con la selección suiza, Christophe Ohrel consiguió entusiasmar mucho por Francia, por lo que contaría con muchas ofertas una vez terminada aquella campaña 1994\95 con el Rennes.
Se marcharía del club bretón para comprometerse con otro equipo de la Ligue-1, ya que se unió al AS Saint-Étienne en el verano del 95. En este equipo coincidiría con buenos futbolistas como el checo Lubomir Moravcik, Grégory Coupet y una joven promesa llamada Willi Sagnol.
Con Dominique Bathenay no tendría problemas para ganarse con la titularidad, completando un año en el que el lateral suizo jugó 35 partidos en los que no consiguió anotar, y eso que buena falta hacían los goles por entonces.
El equipo de Loire no podría evitar el descenso al término del ejercicio 95\96, el que sería el último para Christophe Ohrel. Para evitar las altas fichas, el Saint-Étienne le permitiría negociar con otros equipos.
Carlos Valderrama protege el balón ante la presión del suizo Christophe Ohrel. |
- El lateral contó con propuestas para probar en otras ligas europeas, pero finalmente aceptó retornar al Lausanne, club con el que siempre se sintió muy identificado y con el que tuvo una segunda etapa de cinco años.
Ohrel ya había ganado sus títulos y había disfrutado de mucho fútbol cuando empezó a encarrilar sus últimos momentos como futbolista. Abandonó Lausanne para jugar en el Luzern, y luego se retiraría en 2003, con el Yverdon Sport.
Durante más de cinco años estuvo representando a la selección suiza, para la que disputó 56 partidos e hizo 6 goles. Fue uno de los mejores laterales helvéticos que se han visto, un gran competidor que con el combinado de la cruz pudo participar en la espectacular Copa del Mundo de USA 94.
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