martes, 9 de noviembre de 2021

¿Te acuerdas de Helmut Rahn?


- Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, un país como Alemania buscaba refugiarse en el fútbol, como hicieron muchos clubes europeos. Aquel Mundial de Suiza sería algo especial, con una final recordada a través de muchas décadas como "El milagro de Berna".
Berna fue el lugar que acogió una sorprendente final, y digo sorprendente porque la selección de Hungría llevaba cuatro años sin perder un solo partido. Alemania se cruzó en su camino y, con la ayuda de Helmut Rahn, quedaría campeona del torneo.

Cabe señalar que Hungría ya había goleado al combinado germano en la fase de grupos. Aquel 8-3 tocó la moral de los chicos de Sepp Herberger, el seleccionador que les motivaría para lograr aquella inolvidable hazaña que incluso se llevó a la gran pantalla.

- Aquel no sería el único Mundial para Rahn, pues también haría una gran labor en la edición de Suecia 1958, en la que los alemanes serían apeados en la semifinal frente a Suecia. En total, el imparable extremo haría 21 goles en 40 partidos internacionales.
Era la estrella del Rot-Weiss Essen, equipo modesto de su ciudad con el que haría grandes cosas antes de recalar en el F.C. Köln. También jugaría para SC Enschede, Sportfreunde Katernberg y Meidericher SV.
Helmut nació en Essen (Alemania), el 16 de agosto de 1929. Pasaría su niñez jugando al fútbol como buenamente pudo, con pelotas de trapo y unos viejos zapatos con los que sorprendía hábilmente a sus amigos. A los nueve años empezó a jugar para el SV Altenessen 1912, donde estuvo ocho años.
Decían que era un tipo alegre y con gran sentido del humor, bondadoso con los niños y con carácter en el campo de juego. Le llamaban "El Jefe" por su liderazgo dentro y fuera de la cancha. También le gustaba divertirse, algo que le llevó a tener problemas con sus entrenadores, puesto que el ocio nocturno le hizo perder la cabeza en más de una ocasión. Además del fútbol tenía sus ocupaciones, pues regentaba un concesionario de automóviles, del que solía fanfarronear constantemente.

Rahn era un extremo derecho con mucho peligro, gran dominador del balón, regateador, rápido y goleador. Sus disparos a puerta eran duros y precisos, aunque también solía dar muy buenas asistencias a sus compañeros.

Tras aquella iniciación en el SV Altenessen 1912, Helmut pasaría a jugar para el SC Oelde 1919. Con este equipo empezaría a llamar la atención de todos, llegando a marcar 52 tantos en los tiempos más recientes a la posguerra.
Después se marcharía al Sportfreunde Katernberg, con el que también haría sus diabluras sobre el césped, ya para captar la atención del seleccionador Herberger, con quien tendría una relación muy especial.

Entonces llegaría el momento cumbre de su carrera, que fue cuando se unió al Rot-Weiss Essen. Desde 1951, Helmut Rahn figuraría como el inconfundible referente del equipo de su localidad, para el que haría grandes cosas.

En su segunda campaña, Rahn celebraría el título de la copa alemana, al que dos años después seguiría la conquista del campeonato liguero. De aquellos años se recuerdan sus enfrentamientos con rivales como Fritz Walter, Paul Mebus o Toni Turek, con quienes llegaría a compartir vestuario en la selección nacional.
Y llegaría el esperado Mundial de 1954, en Suiza. Rahn no tendría mucha participación, castigado por el seleccionador debido a sus actos indisciplinados. No obstante, el delantero acabaría siendo la gran figura del combinado germano.

Alemania celebraría aquella increíble gesta, imponiéndose en la final por 3-2 frente la Hungría de los Sándor KocsisFerenc Puskás y Nándor Hidegkuti. Rahn haría una asistencia y dos goles ante el potente cuadro magiar, uno de ellos, el que sentenciaría el partido y desataría la locura en el campo de Berna.

Rahn marcaría dos goles en aquella sorprendente final de Berna (Suiza 1954).


- Helmut Rahn fue uno de los grandes héroes de aquel llamado "Milagro de Berna", después de batir a una selección húngara que llevaba cuatro años imbatida. En cuanto a su carrera a nivel de clubes, siguió jugando para el Rot-Weiss Essen hasta finales de la década de los cincuenta.
En la entidad rojiblanca dejaría como recuerdo 88 goles en 201 partidos. Después de disputar el Mundial de Suecia 58, comenzaría el declive de su carrea, pasando de jugar para el F.C. Köln, ha hacerlo en los Enschede y Meidericher.

En 1965 colgaría las botas, poniendo mayor atención a ese concesionario que le dio una buena vida. El 14 de agosto de 2003 fallecería en su Essen natal a los 73 años. En memoria de aquella proeza en Berna, se levantaría una estatua inspirada en su figura cerca del estadio Georg-Melches.

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